El “cuento” de que Elvis había grabado MY HAPPINESS en Julio o
Agosto del ’53 como regalo de cumpleaños para su mamá (en realidad,
Gladys cumplía los años en Abril) termina de desmoronarse cuando Presley
vuelve al 706 de la Union Avenue para grabar otros dos temas: I’LL
NEVER STAND IN YOUR WAY y IT WOULDN’T BE THE SAME WITHOUT YOU.
Es obvio que lo que Elvis quería en realidad, era ser escuchado por Sam Phillips, el dueño del Memphis
Recording Service. Y ese día, sábado 4 de Enero de 1954, Sam estaba a
cargo del estudio. Phillips lo grabó, imprimió el acetato y le cobró al
futuro Rey del Rock’n’Roll el pago del mismo.