El
debate ha estado ocurriendo desde julio de 2014, pero ahora un juez
federal dictaminó esta mañana que una guitarra interpretada por Elvis
Presley pertenece por derecho propio al Museo Nacional de Música de la
Universidad de Dakota del Sur y no a un coleccionista de memorabilia.
La decisión significa que el museo no tendrá que entregar
la guitarra al coleccionista Larry Moss, que demandó tanto al museo
como a Robert Johnson, un corredor que negoció el acuerdo que llevó al
museo a adquirir la guitarra.
Moss
argumentó que tenía un acuerdo en 2008 con Johnson para comprar la
guitarra Martin D-35, que el icono de rock tocó en su gira final en
1977. La guitarra fue dañada durante un show en San Petersburgo,
Florida, y Presley se la regaló a un fan. Murió seis meses después.
Pero
la guitarra, uno de varios instrumentos negociados entre Moss y
Johnson, nunca fue entregada a Johnson. Tampoco el dinero cambió de
manos para esa guitarra, aunque Moss pagó a Johnson 70.000 dólares por
otras dos guitarras.
Basado
en la correspondencia entre los dos, Schreier dictaminó que la D-35 era
parte de dos acuerdos separados negociados entre 2007 y 2010 - uno para
las dos guitarras que Moss recibió y el otro que incluyó el Martin D-35
que nunca fue completado.
El
museo esperaba que el amplio atractivo de Elvis ayudara a atraer
visitantes. Conocer la historia de propiedad de los objetos que ingresan
a las colecciones del Museo es cada vez más vital, no sólo por el valor
educativo de esa información, sino por razones legales, éticas y
morales.
"Como
organización sin fines de lucro", añadió, "por supuesto, nos dolió el
gasto requerido para proteger este importante instrumento en nuestra
colección, pero estamos encantados de que nuestra inversión adicional
permita que la guitarra de Elvis permanezca para el público en el NMM
para el aprendizaje y el disfrute de nuestros futuros visitantes".
Fuente: argusleader.com / independent.ie
Traducción (humana) y Adaptación:
CARLOS R. ARES & CLAUDIA LEÓN