Sobre el fin del día, Elvis decide visitar a su dentista, Lester
Hofman, para rellenar una caries antes de su inminente gira que
comenzaba dos días después en Portland, Maine.
Elvis y su grupo llegan al consultorio antes de las 11:00 PM.
Luego del trabajo del profesional, departen amigablemente y comentan
animadamente el nuevo tour. Sin embargo, Elvis seguía con dolores.
Hoffman le receta codeína para calmarlo.
Y vuelven a Graceland en la madrugada del martes 16.
Luego de un breve refrigerio, Elvis seguía tensionado, y propone al
grupo jugar un partido de racquetball, uno de sus deportes favoritos.
Participan del mismo: Elvis, Ginger Alden (su novia), Billy Smith (su
primo) y señora. Alrededor de las 4:00 AM finaliza el juego, y Elvis se
sienta al piano contiguo a la cancha e interpreta sus últimas canciones
para ese minúsculo grupo
.
Minutos después, Elvis y Ginger suben al dormitorio para descansar.
Pero él no puede. Llama a su médico personal, George Nichopoulos, para
pedirle una receta que NO contenga codeína (droga a la cual Elvis era
alérgico). Y le es entregada poco después por uno de los hijos de la
segunda mujer de Vernon: Rick Stanley.
Elvis le dice a Ginger que
irá al baño a leer, pues no puede conciliar el sueño. Ginger le pide
que no se quede dormido en el mismo, y Elvis le contesta: “…I won’t” (no
lo haré), las que serían sus últimas palabras.
Ginger se queda dormida.
En la autopsia practicada, se encontró en el cuerpo de Elvis (entre
otras drogas recetadas) una dosis de Codeína DIEZ VECES SUPERIOR A LA
LETAL. Y no el DILAUDID recetado por Nichopoulos.
¿Por qué?
La versión oficial, aún hoy no desmentida, señala “arritmia cardíaca” como la causa de su fallecimiento.
El 16 de Agosto de 1977, el mundo entero llora la pérdida de LA FIGURA DEL SIGLO.
Fuente: ELVIS PRESLEY – EL HIJO DE AMÉRICA