Imagínense a un pibe de 12 años recortando los avisos de los diarios y ¡¡¡no pudiendo entrar al cine!!! (en esa época la Argentina era un país…). Luego del estreno, el film fue exhibido en distintos barrios, pero siempre pasaba lo mismo.
Si bien no elogia demasiado al director ni al guionista, King en su crítica, destaca el progreso de Elvis como actor.
Recuerdo una tarde del Invierno del ’62. Cuando volví del colegio, como todos los días, abrí el Clarín en la sección Espectáculos, y ví anunciada “Corazón Rebelde” en un cine de la Avda. Santa Fé. Me saqué el uniforme, me vestí con saco y corbata, me peiné con “gomina” y me dirigí al cine. Con cara de “grande” llegué a la boletería, saqué un billete y dije: “…una para esta sección”. El boletero: “…tomátelas, pibe!”.
Pasaron los años y en 1971, a través de Ricardo Goldstein, entonces gerente de la M-G-M, nos enteramos que estaba por vencer el plazo de 10 años para quemar todas las copias existentes de la película. En aquel entonces, los sellos tenían autorización para exhibir las películas sólo por 10 años. Y gracias a Goldstein, pudimos conseguir una copia en 35mm en perfecto estado.
Al día siguiente, pedí y conseguí, alquilar el cine de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro. Y con un grupo de amigos entre los que se contaban Ariel Llorente, Alberto Isleño, Beatriz Bertoni y otros nos dispusimos a verla. Estábamos tan contentos, que al finalizar la proyección le pedimos al operador una segunda proyección.
¡La vimos dos veces seguidas!
Esa noche, los 8 rollos de CORAZÓN REBELDE envueltos en una bolsa de arpillera durmieron en mi casa. Y al día siguiente, la entregamos para su “ejecución”.
Fuente: elvis@argentina 1956-1962