Impetuosidad e impulsividad eran parte de la personalidad de Gladys.
No entendía de moderación o medias tintas. Ni siquiera sabía como
preservarse ella misma. …nos escapamos como unos chiquillos…” solía
decir. Y así era. Ella no se sentía como una mujer de 21 años, sino como
una niña.
Y ése es un rasgo que Elvis heredaría.