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24/7/17

LA OBSESIVA PASIÓN POR LOS COCHES DE SINATRA Y SU PELEA CON ELVIS

En 1958 Sinatra se hizo con el vehículo más costoso y superexclusivo del catálogo de General Motors; un majestuoso Cadillac El Dorado Brougham, diseñado para funciones de representación. Cada unidad costaba 20.000 dólares (más que un Rolls Royce), personalizaciones aparte, y su equipamiento era tan avanzado para la época que ofrecía detalles tan futuristas como radioteléfono, asientos anatómicos con memoria o suspensión neumática.

Con un motor V8 de 6 litros y 325 CV, y unas características puertas traseras suicidas, otros poseedores famosos del Cadillac El Dorado Brougham de 1957-1958 fueron Elvis Presley, Clark Gable y Aristóteles Onassis.

A partir de ese momento, el Brougham se convertirá para siempre y con diferencia en su coche favorito. A Sinatra le molesta tanto no emplearlo para sus desplazamientos diarios que encarga dos ejemplares; uno de color marrón para usarlo por Las Vegas y Los Ángeles y otro de color azul para emplearlo cuando está instalado en su casa de New Jersey.

Y un coche fue también motivo de discordia en la histórica rivalidad que Sinatra mantuvo con Elvis Presley. En 1971, el de Nueva Jersey encargó –las malas lenguas dicen que solo para fastidiar al Rey del Rock– un superexclusivo Stutz Blackhawk por el que sabía que Elvis andaba loco.

Presley, coleccionista compulsivo de coches, estaba tan desesperado por ser el primero que fue al concesionario y se ofreció a participar gratis en campañas publicitarias si le retiraban el pedido a Sinatra y se lo daban a él…

Fuente: Hamlet de los Santos / motor.elpais.com